El valor compartido (VII): la cooperación

n22_El valor compartido (VII)_cooperaciónEn la nueva era, “la era de la sostenibilidad”, emerge una nueva empresa, aquí conocida bajo el título de “empresa disponible”. En su misión se añade de forma específica la generación de valor compartido. Como consecuencia, de ello, la organización adopta la RSC, Responsabilidad Social Corporativa, y la integra en su estrategia, gestión y operación.

En artículos anteriores han analizado varias implicaciones que sugiere la generación de valor compartido. En el presente artículo se analiza otra implicación específica, la cooperación.

Con los grupos de interés identificados, se aplica una gestión que se caracteriza por las acciones indicadas en el artículo anterior. Pero todas ellas convergen en una idea común a todos los grupos de interés: fomentar la cooperación con ellos, con lo que se obtiene un “win-win” o beneficio mutuo con cada uno de ellos.

A continuación se mencionan los principales grupos de interés que, de forma generalizada, podemos encontrar en una organización, así como la actuación con cada uno de ellos que favorece la cooperación:

  • Accionistas: promover los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza), para hacer crecer el valor intangible y, por tanto, el valor global de la organización.
  • Directivos: liderar una toma de decisiones que conlleve aplicar la RSC en la estrategia, gestión y operativa diaria de la organización. Liderazgo responsable y sostenible.
  • Empleados: promover la alineación de sus objetivos, necesidades y expectativas con los de la organización. Así se incrementa su compromiso y su motivación.
  • Subcontratas y colaboradores: promover en sus organizaciones las prácticas de respeto a los DD.HH., de gestión de su impacto social, ambiental y laboral. Diálogo constante.
  • Proveedores: promover la discriminación en su contratación, siguiendo los criterios indicados con las subcontratas y los colaboradores. Exigencia de ética y transparencia en su relación.
  • Clientes: atender sus expectativas, necesidades, preocupaciones y anhelos. Promover el uso eficiente, seguro, saludable, sostenible y de ahorro de sus productos y/o servicios.
  • Administraciones Públicas: seguir la normativa vigente, optar a licitaciones y contratos en los que existan bonificaciones por buenas prácticas de índole ético, laboral, ambiental y social.
  • Comunidad Local: contribuir con filantropía, voluntariado y otras actividades de acción social. Patrocinio de eventos, colaboraciones y alianzas que fomentan la convivencia, etc.
  • Medio Ambiente: medir el impacto social generado por la actividad, rendir cuentas de ello. Contribuir con la lucha contra el Cambio Climático.
  • Competencia: promover las buenas prácticas en RSC (gestión socialmente responsable), posibilidad de regulación en el sector. Promover un “Think tank” sectorial.
  • Medios de comunicación: comunicar los logros e hitos alcanzados. Posibilidad de ser visitados, entrevistados, etc., para rendir cuentas. Publicidad responsable.
  • Sociedad en general: construcción de un territorio socialmente responsable, ayudando a contribuir con los ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible.

A partir de la contribución en generar valor compartido, a través de la cooperación con los grupos de interés, la organización tiene como objetivo fundamental el generar confianza y credibilidad a los stakeholders con los que la organización se relaciona e interactúa.

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