Es la norma internacionalmente aceptada que expresa cómo establecer un sistema de gestión ambiental efectivo. La norma está diseñada para conseguir un equilibrio entre el mantenimiento de la rentabilidad y la reducción de los impactos en el ambiente. Es recomendable en empresas u organizaciones que desean ser reconocidas desde la eficiencia en la gestión ambiental, lo que supone una mejora de su reputación.