Empresa y comunicación externa (I): eficacia

Este es el primer artículo de una serie de tres, que van a tratar la temática relativa a: ”La empresa y la comunicación externa”.
El punto de vista respecto a la comunicación externa que aplica una empresa, se refiere, siguiendo la línea de la editorial, a una empresa que tiene incorporada la RSC, Responsabilidad Social Corporativa, en su estrategia, gestión y operativa diaria.

Con esta referencia, el sentido de la comunicación externa consta de las siguientes características definitorias:

– Es una comunicación permanente, fluida y transparente.
– Es una comunicación bidireccional, participativa y consensuada.
– Es una comunicación que recoge sugerencias, mejoras, incidencias, relaciones, etc.
– Es una comunicación formal, constructiva y que fomenta la rendición de cuentas.

Recoge muchos elementos de la comunicación interna, ya que la diferencia entre los dos ámbitos de la comunicación, interna y externa, radica en los grupos de interés destinatarios.

Una propuesta de los motivos relacionales que se pueden dar para que exista la comunicación externa, con sus principales destinatarios, es la siguiente:

Por relación de responsabilidad: destinatarios por responsabilidad legal, financiera y/o operativa según normativas, contratos, políticas o prácticas en vigor. Por ejemplo: administraciones públicas, proveedores, clientes, entidades financieras, etc.
Por relación de influencia: destinatarios que tienen la capacidad de influenciar la consecución de los objetivos de la empresa. Por ejemplo: los grandes clientes, los accionistas, los sindicatos, los consumidores finales, la sociedad en general, ONGs, etc.
Por relación de proximidad: generalmente son destinatarios con relaciones de larga duración por este motivo, por operativa cotidiana. Por ejemplo: suministradores, subcontratas, comunidad local, medios de comunicación local, etc.
Por relación de representatividad: son destinatarios que representan a un grupo más o menos homogéneo de personas. Por ejemplo: los sindicatos, las organizaciones de consumidores, los líderes de opinión, los representantes vecinales de la comunidad, etc.
Por relación de objeto social: son los destinatarios con los que la empresa más se debe relacionar y, por tanto, comunicar, para llevar a cabo su actividad. Por ejemplo: los clientes, los consumidores, los proveedores, las subcontratas (externalizaciones), etc.

La definición de la comunicación externa, influye en varios elementos de gestión:

La gestión de los grupos de interés: elaborar la plataforma de diálogo, estableciendo interlocutores, frecuencias, canales, herramientas, etc.
La gestión de los riesgos y de las oportunidades: a partir del análisis del feedback de los diferentes grupos de interés, analizando sus expectativas, necesidades y demandas.
La rendición de cuentas: la sociedad en general demanda más transparencia en la comunicación del impacto de la actividad de la empresa.

La eficacia de la comunicación externa será tanto mayor en tanto mejor respuesta ofrezca a estos elementos de gestión, para así ser más útiles en la toma de decisiones presentes y futuras.

Desde Responsablia, como consultoría especializada en asesoría, formación y sensibilización en materia de RS&S, Responsabilidad Social & Sostenibilidad, ayudamos a incorporar e integrar en la estrategia de la organización la RSC y, en concreto, desarrollamos la gestión de la comunicación externa, aplicando soluciones ad-hoc, identificando los grupos de interés y su planificación relacional.

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