El nuevo ciudadano, que emerge en la era de la sostenibilidad, se le ha propuesto desde aquí mencionarle cómo “ciudadano moral”, e implica que adquiere un compromiso social.
En los artículos anteriores se ha mencionado que el nuevo ciudadano adquiere ese compromiso a partir de sus preocupaciones y anhelos. Selecciona y elige las vías de atención y asistencia que más y mejor cubren sus expectativas y su desarrollo personal y profesional.
En el presente artículo se detallan las principales habilidades que debe incorporar el nuevo ciudadano para desarrollar este compromiso que adquiere tanto con su comunidad cómo con el entorno natural. Con ambos convive, interactúa y se relaciona.
Se proponen 5 habilidades que el nuevo ciudadano debería incorporar, como herramientas que podrá utilizar para desarrollar plenamente su compromiso. Se definen a continuación:
- Habilidad comunicativa: gran capacidad de relación con las personas a través de la conversación y el diálogo, que implica incorporar la escucha activa, el feedback con el interlocutor, la adopción de acuerdos y la adecuada resolución de conflictos. En último término implica generar confianza con el interlocutor.
- Habilidad asertiva: permite expresar los sentimientos, deseos, opiniones y pensamientos, en el momento oportuno, de la forma adecuada y sin negar ni desconsiderar los derechos de los demás. Así se pueden conseguir los objetivos propuestos sin sentirse incómodo por ello, ni incomodar a los demás. Es un patrón conductual opuesto a la agresividad y la pasividad.
- Habilidad empática: supone intentar ver los hechos, las cosas, los problemas, la situaciones, etc., tal y como suponemos que nos podría afectar a nosotros si ocupásemos el papel del interlocutor (el otro). Así se amplía la visión de la situación desde una doble perspectiva: la propia y la del otro.
- Habilidad resiliente: supone la capacidad para sobreponerse a situaciones adversas y a períodos de dolor emocional. La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecido y habiendo aprendido de la situación concreta. Permite una sensación de control frente a los acontecimientos y una mayor capacidad para afrontar los retos y el futuro.
- Habilidad empoderativa: capacidad que, en situaciones de vulnerabilidad, se tiene para lograr una transformación con la cual deje de ser “dependiente de otros” y así pueda conseguir ser “el director de su vida”. Implica la adopción de autonomía, de autoestima, de confianza en sí mismo y, en última instancia, de seguridad en sus capacidades.
Para aprenderlas y adquirirlas deberá conocer y reconocer a fuentes externas que le proporcionen esas habilidades, tales como referentes, “coach” (entrenador personal), centros de formación, etc.
También podrá recibir los consejos y los ejemplos de fuentes internas, cómo pueden ser desde su familia más cercana hasta sus diferentes círculos de relaciones y contactos. Pueden haber desarrollado alguna de las habilidades descritas a partir de situaciones, hechos y experiencias acumuladas, que conforman ejemplos concretos válidos y aceptados por el nuevo ciudadano.