En la nueva era, “la era de la sostenibilidad”, aparecen una características que definen a un nuevo ciudadano, que en este blog le bautizamos con el nombre de “ciudadano moral”. Una de las características que lo definen, en su comportamiento, relación e interacción con los demás (la sociedad) y con el medio natural (la naturaleza en su conjunto), es la sostenibilidad.
Este es el tercer y último artículo que define esta característica, que comporta que al nuevo ciudadano se le otorgue el epígrafe de “YO sostenible”.
Para llegar a obtener esa “mención honorífica”, se explicó en el artículo anterior la evolución llevada a cabo, que le ha hecho merecedor de aquélla. Y en el primer capítulo se detallaron las características y las afectaciones a su conducta y comportamiento que implica llevar la etiqueta “YO sostenible”.
En el presente capítulo se van a proponer diferentes vías de desarrollo y de propagación de esta característica fundamental en el nuevo ciudadano: la sostenibilidad. En otras palabras, conseguir captar más adeptos y contagiar a otras personas en estos valores implícitos en la etiqueta.
Existen diferentes métodos, canales, fórmulas y vías para el desarrollo y la propagación en la sociedad de personas sensibles y convencidas de querer llevar la etiqueta de “YO sostenible”. Entre otras, se proponen las siguientes prácticas a realizar:
- Educación en la formación primaria y secundaria.
- Formación universitaria, con inclusión de la sostenibilidad para cada grado.
- Formación de postgrado, académica superior y masters, con su inclusión en esos estudios.
- Sensibilización de líderes, referentes e influencers.
- Buenas prácticas de organizaciones líderes en sostenibilidad.
- Liderazgo de la ONU, con sus ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Propuesta de normativa por parte de los Estados nacionales.
- Propuesta de premios y reconocimientos a personas y organizaciones ejemplares.
- Vinculación a las diferentes religiones, ideologías y formas de pensamiento existentes.
- Medios de comunicación en constante información de logros, objetivos y metas.
Y las argumentaciones para su desarrollo y arraigo, entre las más importantes, serían las siguientes:
- Conformar un territorio socialmente responsable y sostenible.
- Búsqueda del Bien Común.
- Incorporar el impacto social y ambiental al impacto económico.
- Cumplimiento del respeto a los Derechos Humanos.
- Incorporar la ética como “modus operandi” y la transparencia relacional en la convivencia.
Con el empuje de las diferentes prácticas propuestas, utilizando diferentes argumentos para llevarlas a cabo, aparecerán cada vez más ciudadanos con la etiqueta del “YO sostenible”, y así adquirirán la característica de la sostenibilidad como uno de los pilares que los definan. Y cuanto mayor sea su número, mayor probabilidad de alcanzar los objetivos y las metas propuestas para, entre todos, lograr avanzar hacia un desarrollo sostenible.