Empresa y comunicación interna (II): coherencia

n23_Editorial_abril 2017Este es el segundo artículo de una serie de tres, en el que se trata la temática relativa a ”La empresa y la comunicación interna”. La temática se refiere a las empresas que han incorporado la RSC, Responsabilidad Social Corporativa, en su estrategia, gestión y operativa diaria.

En el artículo anterior se indican las características definitorias, los objetivos para su eficacia y los destinatarios de la comunicación interna.

Se postulan dos aspectos a tener en cuenta en función del grupo de interés destinatario. Son, por un lado la coherencia, entendida como la fórmula elegida para lograr los objetivos y eficacia perseguidos por la comunicación interna; por otro lado, las herramientas específicas para atender diferentes situaciones y su gestión posterior.

En este artículo se habla de la coherencia en la comunicación interna. Y como punto de partida, se proponen una serie de factores que hay que tener siempre presentes cuando se aborda este asunto. Son los siguientes:

La cultura organizacional.
Los objetivos de la empresa.
La gestión de los grupos de interés internos.
La involucración de los empleados.
La gestión de los riesgos.

A partir de estos factores, se proponen una serie de actuaciones que debería contemplar una comunicación interna con coherencia. Serían los siguientes:

Alineación de los mensajes emitidos con la cultura organizacional.
Conciliación de los objetivos del personal con los objetivos de la empresa.
Comprensión de los objetivos del grupo de interés con los mensajes emitidos.
Favorecer la implicación y motivación de los empleados.
Incorporar el feedback formal (sugerencias, propuestas) e informal (cultura).

Se ha de tener en cuenta que, todo lo que proyecta la empresa hacia los grupos de interés con los que la empresa se relaciona, es comunicación. Es decir, existe la comunicación formal, con sus canales y gestión pormenorizada, y la comunicación  informal, que es la que emana de la cultura organizacional, a partir de unos valores y un código ético o de conducta que los refrenda.

Un ejemplo de comunicación interna sería la gestión de las sugerencias de los empleados. La comunicación formal sería el canal utilizado para efectuar la propuesta de mejora interna, y la comunicación informal sería la diferente tipología en la respuesta dada y su posterior tratamiento: establecer una reunión para hablar del asunto; el silencio (no respuesta); la respuesta automática (ya le diremos algo), etc.

Siguiendo con el ejemplo, aplicando la coherencia, tanto la comunicación formal como la informal deben tener presente los 5 factores que la condicionan, con sus actuaciones a llevar a cabo antes mencionadas. Si se aplica la coherencia, no se contempla el silencio (no respuesta) y, si es el caso, hay que gestionar la respuesta automática, y decirle algo al empleado sin demora.

Desde Responsablia, como consultoría especializada en asesoría, formación y sensibilización en materia de RS&S, Responsabilidad Social & Sostenibilidad, ayudamos a incorporar e integrar en la estrategia de la organización la RSC y, en concreto, desarrollamos la gestión de la comunicación interna, aplicando soluciones ad-hoc a partir de objetivos y metas, con sus correspondientes indicadores.

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