Empresa y ética (I): una nueva cultura empresarial

EMPRESA Y ÉTICA (I): UNA NUEVA CULTURA EMPRESARIAL

Este es el primer artículo de los dos artículos previstos para abordar la temática referida a “La empresa y la ética”.

En el presente artículo se aborda esta temática desde la esfera interna de la empresa, tratando de aportar ideas para la generación de una nueva cultura empresarial.

La ética trata del estudio de la moral y del accionar humano para promover los comportamientos deseables. Una sentencia ética supone la elaboración de un juicio moral y una norma que señala cómo deberían actuar los integrantes de una sociedad.

Por otro lado, la profesión se entiende una ocupación que se desarrolla con el fin de colaborar con el bienestar de una sociedad. Para realizar dicha labor es necesario que el profesional (persona que ejerce la misma) actúe con responsabilidad, siguiendo los requisitos que la ley vigente plantee para el desarrollo de esa actividad.

La ética profesional pretende regular las actividades que se realizan en el marco de una profesión. En este sentido, se trata de una disciplina que está incluida dentro de la ética aplicada ya que hace referencia a una parte específica de la realidad. La ética profesional puede estar, en cierta forma, en los códigos deontológicos que regulan una actividad profesional. La deontología forma parte de lo que se conoce como ética normativa y presenta una serie de principios y reglas de cumplimiento obligatorio.

Una organización es una asociación de personas regulada por un conjunto de normas en función de determinados fines.

La cultura tiene un doble significado principal: por un lado, es el “conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”. Por otro lado, es el “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.”.

A partir de las definiciones anteriores, encontradas en Wikipedia y en el diccionario de la RAE, Real Academia Española, se propone desde este artículo que, para construir una cultura empresarial (siendo la empresa un ejemplo de organización tal y como se ha definido con anterioridad, en el que su fin es proveer a la sociedad de bienes y/o servicios), hay que aplicar la deontología.

Haciendo uso de su significado, la elaboración de un código deontológico (o en su defecto, siendo más extendido y aceptado un código ético y/o de conducta), supone elaborar una serie de principios y reglas de cumplimiento obligatorio por parte de los miembros de una empresa, en sus diferentes profesiones (código deontológico en sentido estricto del término), roles y responsabilidades, en el sentido de señalar cómo deberían actuar los integrantes de una empresa.

Se establecen una serie de recomendaciones para su elaboración e implementación:

  • Crear un Comité de Ética, siendo sus miembros elegidos por consenso por todo el personal.
  • Se redacta el contenido del código, y se definen casos que propicien conflictos de interés.
  • Establecer criterios de cumplimiento, privacidad, confidencialidad, comunicación y sanciones.
  • Se debe aprobar por la Alta Dirección, y difundir a todos los grupos de interés identificados.
  • Debe contemplar mecanismos de denuncia, protección del denunciante y su tratamiento.
  • Reuniones del Comité periódicas, para actualizar contenidos a partir de situaciones nuevas.

Desde Responsablia, como consultoría especializado en materia de RSE, ayudamos a las empresas a implementar el código ético y/o de conducta, que definirán su cultura corporativa.

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