Este es el segundo y último artículo que va a abordar la temática referida a “La empresa y la ética”.
En el artículo anterior se trató a esta temática desde el punto de vista interno de la empresa, como piedra angular sobre la que se va a sustentar la generación de una nueva cultura empresarial.
Se llegó a la conclusión de que, para construir una cultura empresarial hay que aplicar la deontología, desarrollada bajo una formalización de un código ético y/o de conducta. Por último, se ofrecieron una serie de recomendaciones para llevar a cabo con éxito esta tarea, en apariencia sencilla, pero que por su relevancia no lo es en absoluto.
En el presente artículo se trata la temática de la empresa y la ética desde el punto de vista externo de la empresa, entendido como la relación del compromiso global que la empresa declara a sus grupos de interés. Existen dos cuestiones que la empresa, a la hora de plantearse este compromiso, tiene que plantearse. La doble cuestión plantea un doble compromiso respecto a los valores y respecto a la contribución de la empresa en relación a sus grupos de interés.
Por lo tanto, el compromiso público necesario debe abordar los siguientes apartados:
- Los valores con los que la empresa va a desarrollar su estrategia, gestión y operativa.
- La contribución en materia social, medioambiental, ética, laboral y de Derechos Humanos.
El compromiso respecto a los valores que la empresa asume debe incluir, por lo menos, estos apartados, los cuales deben tener en cuenta los valores a la hora de su definición:
- Criterios de adopción de la toma de decisiones de la Alta Dirección, según su visión y misión.
- Criterios de contratación (personas, partners, subcontratas, proveedores, etc.).
- Criterios de cumplimiento de los valores que toda la organización ha asumido.
- Criterios de planificación de la formación y la sensibilización, alineados con los valores.
- Criterios de resolución de conflictos propios y con terceros, a partir de la mediación.
El compromiso respecto a la contribución de la empresa debe incluir, por lo menos, estos apartados:
- Criterios de contribución de la empresa de índole social.
- Criterios de contribución de la empresa de índole medioambiental.
- Criterios de contribución de la empresa de índole ético, de transparencia y de reporte.
- Criterios de contribución de la empresa de índole laboral.
- Criterios de contribución de la empresa de respeto a los Derechos Humanos.
Todos los criterios deben estar procedimentados, validados, comunicados y conocidos por los grupos de interés afectados por los mismos. El grado de cumplimiento de los criterios implicará el grado de reputación corporativa y de imagen de marca que la organización proyecta al exterior.
Hay que añadir que el entorno y el medio natural son cambiantes, por lo que los criterios que componen el compromiso que la empresa ha declarado deben ser revisados de forma anual, a partir de la actualización permanente relativa a tendencias, roles, tecnologías, innovaciones y relaciones con los grupos de interés.
Desde Responsablia, como consultoría especializada en materia de RSE, ayudamos a las empresas a implementar su compromiso púbico necesario, que completará su cultura corporativa.