Domènec Melé es Profesor Ordinario Emérito del IESE Business School, dónde ha sido profesor de Ética Empresarial durante 30 años. Es Doctor Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña, Doctor en Teología por la Universidad de Navarra y Licenciado en Ciencias por la Universidad de Barcelona. Antes de incorporarse al IESE fue Catedrático de Tecnología Química en la Universidad Politécnica de Valencia y Profesor Ordinario de Materiales en la Escuela de Ingenieros Industriales de San Sebastián (Universidad de Navarra). Es miembros de varias sociedades científicas internacionales y de cinco comités editoriales. Sigue participando activamente en congresos y seminarios de ética empresarial, responsabilidad empresarial y filosofía de la empresa. Es autor, coautor o editor de 15 libros, 60 artículos científicos y 20 casos de estudio. Sus últimos libros son Ética en dirección de empresas (Pearson, 2016) y Fundamentos antropológicos de la Dirección de empresas (Eunsa, 2015), publicados también en inglés. En 1983 fue ordenado sacerdote en la Prelatura del Opus Dei (Iglesia católica).
Entrevista:
Responsablia: ¿Cómo se define a nivel personal y a nivel profesional?
Domènec Melé: A nivel personal trato de vivir de acuerdo con lo que soy, sacerdote y académico. Me siento muy comprometido en la mejora ética de las empresas y en la promoción de una dirección humanista que sepa armonizar la necesaria eficiencia con la calidad humana en la organización.
Responsablia: Según su criterio, ¿a qué debería comprometerse una empresa, de forma pública y manifiesta, con respecto a la sociedad en general, y a sus grupos de interés en particular? ¿Es partidario de su control y seguimiento mediante un Comité de Ética?
Domènec Melé: Estamos profundamente lastrados por una visión economicista de la empresa, en la que los beneficios y el valor de la acción se ven como el único y supremo fin de la empresa. Sin embargo, está emergiendo una visión nueva impregnada de responsabilidad, que considera la empresa como una parte esencial para construir una buena sociedad y que, por tanto, ha de comprometerse en el bien común de tal sociedad. Me parecen más importantes las convicciones profundas que las declaraciones públicas, aunque estas son valorables sin son sinceras y no un mero instrumento, quizá ficticio, para mejorar la reputación.
En mi experiencia, los grupos de interés esperan hechos, más que palabras, pero los informes y memorias bien están si responden a la realidad.
Responsablia: En su opinión, ¿qué valores mínimos debe asumir una empresa para poder ser considerada “ética”? ¿Qué medidas propondría para ello (por ejemplo políticas, certificaciones, sellos, etc.)?
Domènec Melé: La ética tiene unos mínimos que, en gran medida están ya cubiertos por las leyes en muchos países, pero un mundo global no siempre es así y las certificaciones tienen mucho sentido, especialmente en las cadenas de suministro donde los primeros fabricantes de la cadena están en países no del todo respetuosos con las personas y con el medio ambiente. Además las leyes no pueden cubrir todo. Los mínimos éticos requieren “compliance” (cumplimiento), y es plausible que muchas empresas estén haciendo un gran esfuerzo en este sentido. Sin embargo, sería un grave error transformar el cumplimiento en un rígido cumplimiento de normas, si faltara pedagogía en explicar el sentido y falta de motivación. Es importante señalar, por otra parte, que la ética más que mínimos de cumplimiento busca la promoción de excelencia humana y las virtudes, que en la empresa devienen competencias morales.
Responsablia: Según su experiencia docente, ¿cómo se debería abordar la incorporación de la ética empresarial en los diferentes planes formativos universitarios de grado, de postgrado y/o máster? ¿Las universidades y escuelas de negocios están por la labor? Los directivos actuales, ¿lo aprenden, lo asumen y lo incorporan en su desempeño profesional?
Domènec Melé: Sin ninguna duda. Es una asignatura pendiente en muchas universidades que todavía no han incorporado la ética empresarial en sus planes de estudio o la dejan como una materia optativa, lo cual ya es todo un mensaje. La escuela de dirección para la que he trabajado y en la que sigo vinculado tenemos claro que la ética no sólo debe ternen su lugar como materia propia, sino que ha de integrarse en todas las materias. Y los ejecutivos lo aprecian positivamente.
Responsablia: ¿Existe una correlación entre una mayor implementación de la RSE, Responsabilidad Social Empresarial, y una mayor percepción ética de la empresa?
Domènec Melé: La RSE, cuando es seria, está fundamentada en sólidos principios éticos. De otro modo es retórica, imagen o cómo quiera llamarse y, a la larga, ni siquiera contribuye a los resultados porque la gente, más pronto o más tarde, acaba viendo lo que hay debajo.
Responsablia: Por último, le pedimos que comparta con nosotros una frase, un libro y un referente que le hayan influido en su desarrollo personal y profesional.
Domènec Melé: Si me limitan a una sola respuesta, me quedaré, de modo coherente, con lo siguiente:
- Frase: “¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?”. Está tomada del Evangelio, como muchos reconocerán. Expresa una jerarquía de valores que es clave para un correcto posicionamiento de la ética.
- Libro: Me inclinaré por el libro más vendido del mundo, pero no por ello, sino por su contenido: La Biblia, y particularmente el Nuevo Testamento. Lo leo todos los días un poco.
- Referente: Para mí un referente inmediato en mi vida ha sido y es San Jose María Escrivá, de quien aprendí a valorar todo lo humano, dándole un valor espiritual y, en último término, Jesucristo, un gran líder con un estilo muy particular. Para quienes tenemos fe es, además, el Hijo de Dios encarnado. No encuentro referente mayor que éste, también para la vida profesional, al marcar el modo de tratar a los demás: no sólo con sinceridad y honradez, sino también con espíritu de servicio.
Responsablia: MUCHAS GRACIAS Domènec por contestar nuestro pequeño cuestionario, ha sido un placer contar con usted en nuestro octavo número del boletín de RESPONSABLIA. Espero haya sido de interés para nuestros suscriptores y lectores del boletín, a los que enviamos un afectuoso saludo.