Javier Martín Cavanna es director y fundador de la Fundación Compromiso y Transparencia www.compromisoytransparencia.com, y editor de la revista Compromiso Empresarial www.compromisoempresarial.com/.
Actualmente es profesor asociado de la Escuela de Negocios del Instituto Empresa (España) en el área de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y de la Cátedra Inditex de RSC de la Universidad de La Coruña.
Es Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra, P.D.D por el IESE, diplomado en “Strategic Perspectives in Non-profit Management” por la Harvard Business School y en Microfinanzas por la Universidad de Boulder.
Ha sido director general de la Fundación Codespa, una de las ONG españolas especializadas en la cooperación al desarrollo y director de desarrollo corporativo del IESE.
Tiene escritos más de una cincuentena de artículos, casos prácticos y notas técnicas relacionadas con buen gobierno, finanzas sociales, gobierno de ONG y responsabilidad social empresarial. Es autor de la colección sobre Guías sobre Gobierno y de los Informes de transparencia y buen gobierno en la web de Fundaciones, Museos, Partidos Políticos, Universidades, Medios de Comunicación y Consejos de Administración.
Ha recibido el Premio Accenture al mejor artículo en temas de innovación y economía y el Premio Forética al mejor artículo en temas de responsabilidad corporativa.
Entrevista:
Responsablia: ¿Cómo se define a nivel personal y a nivel profesional?
Javier Martín: A nivel personal me considero una persona inquieta, curiosa, que busca comprender y profundizar las razones de las cosas y que no suele quedarse satisfecha con explicaciones superficiales. Disfruto conversando con mis amigas y amigos. Nunca me aburro. Profesionalmente tengo una formación jurídica completada con cursos de gestión empresarial. La mayoría de mi trayectoria profesional ha estado vinculada a las organizaciones no lucrativas. Me parecen organizaciones mucho más ricas, interesantes y complejas que las empresas.
Responsablia: En la web de la “Fundación Compromiso y Transparencia” que usted dirige, consta en el encabezado la siguiente motivación de la misma: “Fortalecer la confianza de la sociedad en las instituciones impulsando el buen gobierno, la transparencia y la rendición de cuentas de sus actividades”. En su opinión, ¿Qué variables son las que ayudan a ese impulso en esa triple dirección, para poder generar esa confianza? ¿A quién habría que implicar en la tarea?
Javier Martín: Bueno, las variables para fortalecer la confianza de la sociedad en las instituciones son precisamente esas las tres que hemos incluido en la formulación de nuestra misión. Promovemos que las organizaciones aprendan a rendir cuentas. Ningún orden institucional puede sobrevivir sin el mecanismo de la rendición de cuentas. Rendir cuentas es, simplemente, responder frente a terceros.de las consecuencias de los propios actos Todos tenemos ciertas responsabilidades y hemos de dar cuenta de las mismas. Por tanto, es una tarea que implica a todo el mundo, nadie está excluido. La transparencia y el buen gobierno son condiciones que facilitan la rendición de cuentas. Los estados de opacidad no permiten identificar al responsable, se constituyen, precisamente, para que permanezca oculto. El buen gobierno, por su parte, fija límites y contrapesos al poder. Al poner límites y repartir el poder entre distintas instancias fuerza que todos los poderes sean, como dicen los anglosajones, “accountable”.
Responsablia: A partir del enunciado de la pregunta anterior, ¿Cuál debería ser el papel de la educación? ¿Hay que cambiar el modelo actual? En caso afirmativo, ¿En qué dirección? ¿Es suficiente con la ética?
Javier Martín: La función de la educación no ha cambiado. Su finalidad sigue siendo la misma que hace dos mil años. Formar a ciudadanos responsables.
Responsablia: Siguiendo con el mismo hilo conductor, ¿Cree necesario que hayan nuevas competencias y/o asignaturas en las universidades y en las escuelas de negocios para que los futuros profesionales y gestores sean más responsables, y así poder ser actores impulsores en la triple dirección antes mencionada? En caso afirmativo, ¿Cómo se puede llevar a cabo?
Javier Martín: Enlazando con la pregunta anterior, soy de los que piensa que la ética no se puede enseñar en el aula. No comparto el entusiasmo de muchos que creen que la solución a algunos de los problemas que estamos padeciendo (corrupción, avaricia, etc.), y que por otra parte no tienen nada de nuevos, se vayan a resolver con clases de ética o RSC en las escuelas de negocio. Si alguien decide hacer un curso en una escuela de negocio pensando en que allí le van a enseñar a comportarse éticamente, tiene un problema muy grave. La ética se aprende realizando actos éticos, no leyendo libros sobre ética. Ya decían los clásicos que “si quieres saber lo que tienes que hacer tienes que hacer lo que quieres saber”. Lo que las escuelas de negocio pueden hacer, y no hacen, es ayudar a realizar un buen diagnóstico de una determinada situación, que contemple todas las variables en juego y no esté sesgado por visiones parciales e instrumentales de la empresa. Lamentablemente, la asignatura de política de empresa, que cumplía esa función integradora y articuladora del resto de las disciplinas, ha desaparecido en la mayoría de las escuelas de negocio. Ahora tenemos especialistas en marketing, finanzas, producción, sistemas…y pronto veremos los especialistas en ¡¡ética!!
Responsablia: Existe una correlación evidente entre la gestión de la organización basada en la RSC, Responsabilidad Social Corporativa, con la motivación ya mencionada de la Fundación. Pero, ¿Cómo se puede transmitir la RSC sin dejar sospecha de “Green washing”? ¿Cuál debería ser la fórmula para eliminar cualquier duda al respecto? En este sentido, ¿Es suficiente un código y un comité de ética en la organización? En definitiva, ¿Cómo se consigue ser transparente y que te crean, ser creíble a la vez?
Javier Martín: Son muchas preguntas a la vez y no resulta sencillo contestarlas todas. Una amiga mía, responsable de RSC de una de las grandes empresas del Ibex 35, me decía que la RSC y su departamento habrían alcanzado el éxito cuando no fuesen necesarios, y no sería necesario el departamento cuando todas las áreas del negocio hayan incorporado la responsabilidad en su actividad diaria. Hay bastante de verdad en esta afirmación. Si la RSC se identifica con la reputación, y resulta oportuno recordar que el 90% de los departamentos de RSC siguen dependiendo del área de comunicación, existe un enorme riesgo de que las necesidades de comunicación primen sobre la necesidad de impulsar el cambio organizacional. No es que sea malo contar las cosas buenas que uno hace, pero cuando se pone un énfasis excesivo en la comunicación puedes terminar haciendo las cosas para comunicarlas.
¿Cómo se consigue ser transparente y que te crean? Hay dos elementos que pueden ayudar. El primero es el tiempo. Para ser creíble necesitas cierta consistencia y esa sólo te la da el paso del tiempo, que nos somete a todos a diferentes entornos y situaciones. Si la respuesta ante esas situaciones es consistente entonces nuestra credibilidad se reforzará, sin embargo, si el mensaje cambia en función de las circunstancias nuestra credibilidad quedará dañada. El otro elemento es la innovación. En la Fundación Compromiso y Transparencia solemos decir que la transparencia es un esfuerzo que no termina nunca. Si dices basta, estás perdido. Cuando analizamos las instituciones siempre descubrimos algunas que van dos pasos por delante de las demás, siempre están buscando como mejorar, buscando nuevas formas de ser más transparentes. Cuando nos encontramos con esas instituciones descubrimos que lo que tienen es una “cultura de la transparencia”. No se limitan a cumplir formalmente con unos determinados estándares, sino que intentan siempre mejorarlos.
Responsablia: Por último, le pedimos que comparta con nosotros una frase, un libro y un referente que le hayan influido en su desarrollo personal y profesional.
Javier Martín: Frase: “Es mejor sufrir la injusticia que cometerla”, me parece que esta frase condensa muy bien la esencia del comportamiento ético.
Libro: Todo Shakespeare. Estamos celebrando los 400 años de su fallecimiento y toda su obra sigue siendo plenamente actual.
Referente: Me influyen todas las personas que ocurra lo que ocurra siempre sonríen a la vida. Hay muchas, la mayoría no son especialmente conocidas.
Responsablia: MUCHAS GRACIAS Javier por contestar nuestro pequeño cuestionario, ha sido un placer contar con usted en nuestro noveno número del boletín de RESPONSABLIA. Espero haya sido de interés para nuestros suscriptores y lectores del boletín, a los que enviamos un afectuoso saludo.