Este es el primer artículo de los dos previstos en dónde se va a tratar la temática referida a “La empresa y la transparencia”.
La transparencia implica tener cualidad de ser transparente, que significa “ser claro, evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad” (Fuente: Diccionario de la RAE, Real Academia Española).
A partir de la actual crisis económica y social, en los que el factor de la opacidad o falta de transparencia ha sido uno de sus detonantes más evidentes, existe una corriente y una tendencia a ser más transparente, y esto se aplica a todas las organizaciones. Ello es debido a que la sociedad en general, y los grupos de interés en particular, exigen rendición de cuentas sobre las actividades y gestión de las organizaciones.
Por ello, se podría concluir que la transparencia es un elemento clave para acortar la distancia entre lo que la organización hace y comunica respecto a lo que la sociedad y sus grupos de interés le reclaman y exigen.
Debe de existir una alineación entre la transparencia transmitida y la transparencia percibida. A menor distancia entre ambas, mayor generación de confianza y credibilidad. Su persistencia en el tiempo logrará asentar la reputación corporativa y, por tanto, mayor probabilidad de sostenibilidad de la organización.
A pesar de la claridad respecto a los argumentos esgrimidos, existen fuerzas y factores que actúan sobre la transparencia en positivo (la potencian) o en negativo (son una barrera). Entre otros, podemos destacar los siguientes factores:
Factores que INCENTIVAN de transparencia:
- Gestión basada en la RS&S, Responsabilidad Social & Sostenibilidad.
- Cultura empresarial arraigada, con benchmarking como factor diferencial.
- Demanda y exigencia de los grupos de interés clave.
- Gestión de la reputación corporativa como factor estratégico.
- Relevancia de la información no financiera.
- Existencia de una web interactiva, facilidad relacional.
Factores que son UNA BARRERA a la transparencia:
- Clausulas extensas de confidencialidad.
- Know-how & patentes de exclusividad.
- Regulación sectorial y profesional laxa. Ausencia de Código Deontológico.
- Gobierno Corporativo opaco.
- Bajo control y nivel de preocupación sobre la cadena de valor.
- Usos y costumbres arraigados hasta la fecha en la organización.
En este capítulo ha quedado claro que ser transparentes es una decisión de la organización, y el control de los factores que constituyen la gestión de la transparencia, puede suponer para la organización un elemento estratégico de primer nivel.
Desde Responsablia, como consultoría especializada en materia de RSE, ayudamos a las empresas a implementar la RS&S, Responsabilidad Social & Sostenibilidad, como factor incentivador clave de la transparencia de la empresa transmitida y percibida.