Lidia Martín Domínguez, es socia y Directora General de GOODIVERSITY, S.L un Centro Especial de Empleo que ofrece servicios de alto valor añadido de TIC por y para personas con discapacidad, intentando aportar un valor diferencial y demostrando que la integración de personas con discapacidad no siempre debe ir ligada al ejercicio de servicios de un menor valor.
Es Licenciada en Administración y Dirección de Empresas y Master en Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible.
Lidia cuenta con más de 9 años de experiencia en el ámbito de la Responsabilidad Social, en especial, en la integración de personas con discapacidad y consultoría en materia de diversidad en RRHH.
En su anterior trayectoria profesional, ha estado involucrada en la Administración Pública siendo responsable de los Centros Especiales de Empleo de la Comunidad de Madrid así como las autorizaciones y supervisiones de las solicitudes de los certificados de excepcionalidad de las empresas para el cumplimiento de la cuota de reserva del 2% y la antigua LISMI, hoy Ley General de Discapacidad.
En 2014 publicó la tesis sobre “La Inclusión de la discapacidad y su empleabilidad. Especial referencia a los Centros Especiales de Empleo”. Presentación del papel que tiene la discapacidad en las empresas, así como el reflejo de la inclusión laboral de las Personas con discapacidad en las Políticas de Responsabilidad Social, usando para ello el análisis de las Memorias de Sostenibilidad de empresas del IBEX 35, mostrando cuán transparentes y comprometidas son las organizaciones en sus Informes no financieros.
Entrevista:
Responsablia: ¿Cómo te defines a nivel personal y a nivel profesional?
Lidia Martín: Constante, competitiva y exigente. Eso me hace ser resolutiva con las cosas tanto a nivel personal como profesional, en cambio, y en constante trabajo de solucionarlo, me considero que esa exigencia a veces me juega una mala pasada, con la gente y conmigo misma.
Soy perfeccionista, para lo bueno y lo malo que ello pueda conllevar, y a veces algo despistada… esto último más en lo personal.
En mi vida privada, uniría todos esos adjetivos, a que me encanta hacer el loco y tonterías, reírme de mí misma. No hay nada que me divierta más que la gente tenga ciertos prejuicios y te tache de algo que dista mucho con la realidad. La mirada por encima del hombro es algo muy español y me divierte reírme de eso. Cuando mi día termina con la frase de mi hija de tres años riéndose y diciendo “Mamá está loca…” es que sé que ese día lo he hecho bien.
Responsablia: ¿Cómo valoras la gestión de los Derechos Humanos en las empresas en España, a partir de tu experiencia en la incorporación de la discapacidad en la empresa?
Lidia Martín: Cada día hay una mayor concienciación del tejido empresarial tanto a nivel internacional como nacional, y eso es un éxito de la lucha constante de los diferentes actores implicados en la materia.
Obviamente, hay un pero, y es que hay mucho camino por recorrer. La gestión de los DDHH en las empresas son uno de los temas pendientes en la globalización en la que vivimos, incluso en aquellas comprometidas con la Responsabilidad Social Corporativa. Han pasado ya cerca de una década desde que saltaron a los medios de comunicación los primeros casos sonados de explotación infantil laboral y aún hoy se viven situaciones semejantes. Es una cuestión extraordinariamente complicada donde se debería promover más activamente en el sector privado, más si cabe en el público.
Responsablia: La normativa legal existente en materia de discapacidad, ¿se cumple? ¿Existe un control sobre dicho cumplimiento por parte de la Administración Pública?
Lidia Martín: Lamentablemente no, no se cumple. Creo que las partes implicadas en la materia deberían hacer mucho más, obviamente es cuestión de todos los que formamos parte de esta cadena.
Podría puntualizar varias cosas en este sentido.
Por un lado, la normativa es antigua y debe adaptarse a los tiempos que corren. Afortunadamente, la inclusión de la discapacidad ha avanzado mucho en todos los sentidos, pero aún queda mucho por hacer.
Por otro lado, los organismos competentes en materia de control desgraciadamente no dan más de sí. Soy una defensora acérrima de la Administración Pública que tenemos en España, creo que si ésta no existiera, estaríamos en una situación semejante a países donde la corrupción política es el protagonista diario – y aún así, mira cómo está España-. El caso es que con los escasos recursos disponibles, no llegan a todas las inspecciones que debieran hacerse. Asimismo, cuando una empresa se observa que incumple, las sanciones debieran ser mucho mayores, e incluso abogaría por publicar un listado de “empresas no responsables con la discapacidad”, tipo lista morosos. Las que participan en las licitaciones publicas están más controladas, no así las que no lo hacen. Es desesperante escuchar en muchas reuniones con altos directivos de muy grandes empresas que llegan a decir que compensa más pagar la multa que incorporar una política adecuada de discapacidad en la compañía. Hay compañías que tienen un presupuesto reservado para esas sanciones.
En cambio y en defensa de las empresas, hay que acompañarlas de manera que se les pueda facilitar un servicio que no vean el cumplimiento de la Ley General de Discapacidad como un “impuesto revolucionario” – definición que también suelen decir sobre la cuota de reserva del 2% -. En este sentido, creo que muchas grandes entidades de la discapacidad han hecho mucho daño al respecto ofreciendo un servicio a las empresas como medidas sustitutorias de la cuota de reserva del 2% con servicios donde la pura intermediación comercial han vulnerado y menospreciado el objetivo primordial, esto es, la integración y creación de empleo de personas con discapacidad. Habría que perseguir las medidas sustitutorias de suministros, vending, viajes, etc.
Responsablia: A partir de tu experiencia relacional con las empresas en materia de discapacidad, ¿existe una educación y sensibilización en este tema, o supone un mero cumplimiento normativo? ¿Hace falta una educación y formación en materia de diversidad (incluye la discapacidad) y de Derechos Humanos?
Lidia Martín: Esta respuesta sería una continuación de la anterior pregunta, efectivamente la educación y normalización de valores, sería otro de los puntos fundamentales a tratar. Es una cuestión de generación de valores, de normalización.
En materia concreta de discapacidad, hay prejuicios absolutos. Cualquier persona que habla de discapacidad piensa en una persona en concreto, no pudiendo pensar que hay muchas discapacidades que permiten tener las mismas, o incluso mejores, capacidades que otros.
El tema está en adaptar la discapacidad al puesto de trabajo, si ese trabajo se hace bien, no hay frustración por ninguna parte. Y me refiero a una adaptación tanto del perfil profesional como del puesto físico. Hay muchas empresas que no pueden contratar con ciertas personas porque sus edificios no son accesibles universales, hay talento con discapacidad que se escapa en esos casos.
Responsablia: ¿Crees que la adopción por parte de la empresa de los valores inherentes a la Responsabilidad Social Corporativa implicará una mayor aceptación de la gestión de la diversidad y, por tanto, de la inclusión de la discapacidad?
Lidia Martín: Si vas a 50 empresas y miras en su organigrama dónde se encuentra el equipo decisor en materia de inclusión de la discapacidad te llevarías una sorpresa. Ninguna de ellas está de la misma forma. Unas las tienen en el Departamento de RSC, quien lo tiene, otras en Dirección de RRHH, Relaciones Laborales, Dirección General, o incluso en Compliance.
Esta diversificación en el organigrama te hace pensar que la inclusión de la discapacidad no es algo que forme parte de las empresas como un valor, sino como una norma.
La gestión de la discapacidad, debiera entenderse dentro de la diversidad, pero ésta como un conjunto global dentro de la compañía y por tanto, concienciación desde la más alta cabeza de la empresa.
Responsablia: Por último, te pedimos que compartas con nosotros una frase, un libro y un referente, aunque no sean del ámbito de la RSE, la empresa, los DD.HH., la diversidad y la discapacidad:
Lidia Martín:
Frase: Diariamente por redes sociales vemos muchísimas, pero si tuviera que considerar una sería la de “Pensar es gratis, no hacerlo sale carísimo”, válida para todos los ámbitos de la vida. En la actualidad, en el mundo en el que vivimos a velocidades atroces, donde la inmediatez forma parte de nuestra vida, el no parar a pensar antes de tomar decisiones, a veces conlleva consecuencias muy duras, ya sean económicas en el mundo empresarial, sociales o anímicas en lo personal.
Otra frase que la recuerdo desde la infancia y me la decía mi madre – y hoy en día me la digo a diario – es “Todo llega”…. No hay que impacientarse, sólo centrarse en el objetivo que se pretende conseguir y luchar con todas las fuerzas, mucha preparación y al final…. llega.
Como libro destacará “La conjura de los necios” de John Kennedy Toole es una novela muy inteligente, a la par que disparatada, divertida y amarga a la vez.
Mi referente, aunque suene algo cursi o tópico, es día a día la gente que considero mía, entendiendo por mía no como posesión, sino a los más cercanos. En primer lugar mi familia, sin ellos obviamente, no podría dedicarme a lo que me dedico, al menos con la intensidad que lo hago, ellos me allanan el camino.
Y en general todas aquellas personas que van rompiendo barreras y luchando a contracorriente, personas con discapacidad que día a día luchan más que cualquier otra para conseguir la igualdad plena, mujeres directivas en el mundo empresarial, personas que hacen el bien por los demás sin publicitarlo en ningún medio, hay tanta gente que merece la pena conocer…
Responsablia: MUCHAS GRACIAS Lidia por contestar nuestro pequeño cuestionario, ha sido un placer contar contigo en nuestro sexto número del boletín de RESPONSABLIA. Espero haya sido de interés para nuestros suscriptores y lectores del boletín, a los que enviamos un afectuoso saludo.