Inmersos en una nueva era, conocida como “la era de la sostenibilidad”, se define a partir de la creciente preocupación ante un desarrollo caracterizado por, entre otras características, la limitación de los recursos naturales existentes, un modelo económico que genera profundas desigualdades o un modelo social que no satisface las necesidades de todos sus miembros de forma suficiente y satisfactoria.
Por lo tanto, existe una preocupación por la actuación de uno de los actores fundamentales en la sociedad actual: las empresas. En concreto, por las decisiones que toman y que se traducen en actividades que generan impactos al medioambiente, a la economía y a la sociedad.
En este contexto, surge una nueva empresa que incorpora a los objetivos y logros económicos, los sociales y los medioambientales. A esta nueva empresa le proponemos desde aquí con el nombre de “empresa disponible”. Y su propósito radica en la contribución al desarrollo sostenible.
Todo ello lo implementa incorporando en su estrategia y gestión la RSC, Responsabilidad Social Corporativa. Por ello, analiza el triple impacto económico, social y ambiental en las decisiones, políticas, planes estratégicos y operativos que debe desarrollar.
Uno de los elementos de gestión fundamentales a la hora de llevar a cabo una eficiente gestión de la RSC es la gestión de los grupos de interés. Se definen a partir de su relación, afectación, implicación e importancia con respecto a las actividades de la organización.
El grupo de interés que se analiza en el presente artículo es “La competencia”.
Es muy importante analizar a este grupo de interés, porque supone conocer, entre otros, diferentes aspectos y factores que pueden ayudar a desarrollar una mejor gestión de la propia empresa. En concreto, es conveniente analizar a la competencia por, entre otras, las siguientes razones:
– Conocer las mejores prácticas, el benchmarking en la actividad desarrollada.
– Conocer las diferentes acciones de RSC llevadas a cabo, a partir de sus planes y programas definidos en sus estrategias.
– Conocer casos de éxito por alianzas y sinergias con diferentes actores de la economía y la sociedad.
– Conocer avances en productos y/o servicios, a partir de la innovación en usos, utilidades, segmentación de mercado, público objetivo, etc.
– Conocer mejoras en productos y/o servicios a partir de mejoras relacionadas con la innovación responsable y sostenible.
– Promover asociaciones del sector en sus diferentes modalidades: patronal del sector, think tank, lobby, asociación por área geográfica (país, UE, etc.), etc.
– Impulsar la formación y la especialización a nivel profesional, concienciando en prácticas responsables y sostenibles como la economía circular, el consumo responsable, etc.
Se promueve una correcta convivencia entre la competencia de cualquier sector de actividad económica, fomentando la libre competencia y el apoyo a la toma de decisiones que tengan en cuenta la mejora y la contribución al desarrollo sostenible.