En los Editoriales anteriores se han intentado responder a diversas preguntas relacionadas con la incorporación de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en la estrategia, gobierno y gestión de las organizaciones. Se ha intentado dar una respuesta al “qué”, al “cómo” y al “por qué” sobre esta cuestión.
En el presente Editorial, se efectúan reflexiones acerca del “cuándo” empezar a incorporar la RSE en la organización. Desde Responsablia proponemos efectuar una reflexión previa, a partir de las editoriales anteriores, que han dado respuesta a las preguntas antes mencionadas. Una reflexión previa que implica el ser consciente la organización de la repercusión de la aplicación de la RSE, del cambio de paradigma que supone su aplicación y de su alcance, pues afecta a toda la organización de forma transversal, afecta a toda su cadena de valor y afecta a todos los grupos de interés directos e indirectos.
Dada la magnitud e importancia de la adopción de la RSE, este cambio organizacional con mayúsculas sólo es posible en situaciones muy concretas.
Distinguimos dos tipos de causas de adopción de la RSE en la organización:
A nivel interno: la adopción de la decisión es mayoritariamente de origen interno. Encontramos, entre otras, las siguientes situaciones que se pueden presentar.
- Cambio generacional en la propiedad de la empresa. Nuevos criterios.
- Mejora de la reputación e imagen de marca, para re-orientar el rumbo de la empresa.
- Imitación de mejores prácticas o benchmarking, del sector y/o competencia.
- Sinergias con ONGs que generan valor social, y su cálculo (SROI, entre otros).
- Obtención de premios, certificaciones, sellos y otros reconocimientos.
A nivel externo: la adopción de la decisión es promovido por acciones que provienen del exterior de la organización, de grupos de interés que lo fomentan y, en algunos casos, lo requieren y exigen. Encontramos, entre otras, las siguientes situaciones que se pueden presentar:
- Exigencias de las Administraciones Públicas para poder ser contratista del Sector Público.
- Exigencias de los inversores y accionistas, en procesos críticos y/o medioambientales.
- Exigencias de los principales clientes, con criterio de reporte de la triple cuenta de resultados.
- Demanda de la comunidad donde opera la organización, para obtener la “licencia para operar”.
- Tendencias del sector y/o competencia con retorno económico y social.
Se han mencionado situaciones concretas, dentro de la vida de una organización, en la que se debate a dónde se ha llegado y a dónde se quiere llegar, lo que supone una re-definición de, entre otros aspectos, la visión de la empresa.
No obstante, y con independencia de la casuística anterior, desde Responsablia creemos que la RSE es voluntaria, pero al ser cada vez más exigida y demandada por la sociedad, su protagonismo en la estrategia de las organizaciones será creciente. Y, en último término, creemos en la necesidad de su incorporación a la mayor brevedad posible. Y Responsablia se ofrece a ser el partner o compañero de viaje para acometerlo con decisión, criterio y profesionalidad.