Es catedrático de la Universidad de Sevilla. En los últimos 30 años ha investigado y participado en la gestión del agua en Andalucía, España, Unión Europea, Estados Unidos y Latinoamérica. Ha publicado un centenar de artículos, ponencias y capítulos de libros en su campo de investigación.
Formó parte del Consejo de Administración de la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Sevilla (EMASESA) en distintos periodos entre 1994 y 2011.
Es miembro del patronato de la Fundación Nueva Cultura del Agua, de la que fue presidente entre 2006 y 2009. Ha participado en la organización y dirección científica del Congreso Ibérico sobre gestión y planificación del agua desde su primera en edición en 1998 (Zaragoza) hasta la décima, que se celebró en septiembre de 2018 (Coimbra). Es miembro de la Plataforma Agua Pública.
Entrevista:
Responsablia: ¿Cómo te defines a nivel personal y a nivel profesional?
Leandro del Moral:
Llevo toda la vida, desde muy principios de los 70, metido y comprometido en los debates político-sociales españoles e internacionales, siempre desde posiciones críticas e independiente.
Nunca he ocupado ningún cargo institucional, aunque esa opción me parece muy respetable, necesaria y meritoria. He optado por la docencia (desde la universidad a la enseñanza media y de allí de nuevo a la universidad) y la investigación, y también por lo que hoy se denomina ‘transferencia’.
Desde mediados de los 80 me metí -y me engancharon, ya sin remisión-, en los temas del agua. Formé parte del grupo fundador de la Fundación Nueva Cultura del Agua, que surgió del primer Congreso Ibérico del Agua de 1998 en Zaragoza. Actualmente apuro la última etapa de mi actividad docente en el departamento de Geografía de la Universidad de Sevilla, una disciplina de integración de humanidades, ciencias naturales y tecnologías, con la que me siento profundamente identificado.
Responsablia: Como miembro del Patronato de la “FUNDACIÓN NUEVA CULTURA DEL AGUA”, ¿Cómo valoras el ODS nº6 “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”? ¿Consideras alcanzables las metas asignadas a este ODS? ¿Cómo está la situación de la gestión del agua en España?
Leandro del Moral:
La inclusión con fuerza del derecho humano al agua entre los ODS me parece imprescindible, indiscutible e importante. Forma parte de una serie de acontecimientos que se vienen produciendo desde 2010: por una parte, la aprobación de la declaración del Derecho Humano al Abastecimiento y al Saneamiento por Naciones Unidas, seguida de la toma de conciencia y movilización social a escala europea sobre este tema (iniciativa ciudadana ‘Right2Water’); por otra, los impactos sociales de la crisis (desempleo, precarización, desahucios) que han dado lugar a fenómenos nuevos como los de ‘pobreza energética’ y ‘pobreza hídrica’.
A esto se añade, en el caso concreto de España y otros países, la quiebra de las haciendas municipales por el colapso de la actividad inmobiliaria en la que reposaba buena parte de los ingresos de las administraciones locales, competentes y responsables de la gestión de los servicios de abastecimiento y saneamiento. Todo ello ha conducido a la generalizada congelación de los precios del agua, a la reducción de inversiones de mantenimiento y a la acentuación de tendencias privatizadoras de los servicios de agua a cambio de cánones concesionales con los que amortiguar situaciones de bancarrota municipal.
La combinación de estos factores -al calor de conflictos en torno a procesos de privatización de los servicios, en unos casos, y movilizaciones a favor de su remunicipalización, en otros-, ha puesto sobre la mesa en España el debate acerca de las condiciones básicas que debe cumplir el abastecimiento y saneamiento urbano del agua.
Tampoco se puede ignorar que, en el ámbito de la Unión Europea, y por similares motivos, desde 2014 se abrió el proceso de revisión de la Directiva de Agua de Consumo Humano (Directiva 98/83/EC). Las metas establecidas en el ODS nº6 son técnica y económicamente alcanzables a escala global.
El problema es de voluntad y de localización en la agenda de prioridades políticas. En el caso de España y otros países desarrollados, el carácter político de los factores necesarios para garantizar los aspectos en los que hay que mejorar, que luego detallamos, es aún más evidente.
Responsablia: En tu opinión, respecto a los ODS, ¿Cómo sensibilizar a la población de la realidad y necesidad de abordar una correcta gestión global del agua? ¿Crees que ya se está en el camino de la adopción de una “Nueva Cultura del Agua”? ¿Cuál es la ruta que propone vuestra Fundación?
Leandro del Moral:
La concentración cuantitativa del uso del agua en el regadío en España es tan alta (el famoso 80% de la demanda total), y los problemas de deterioro, conflictividad y escasez que esto genera son tan graves que, históricamente, el debate sobre el agua se ha centrado especialmente en este sector.
De manera particular, en la polémica sobre la financiación del agua, la historia del subsidio al regadío ha dejado en segundo plano el dato de que la construcción de los sistemas urbanos de agua también ha sido resultado de una enorme y continuada inversión pública, amparada en un marco legal específico de ayudas y subvenciones.
Sin embargo, como hemos indicado, recientemente se han producido una serie de acontecimientos que parecen combinarse para desencadenar una nueva atención al sector del agua urbana.
La misión de la ‘Fundación Nueva Cultura del Agua’ (FNCA), es recoger, integrar, generar y transmitir conocimiento y valores humanos para promover un cambio de paradigma hacia la sostenibilidad ambiental, económica, social y cultural, orientado a una consideración ecosistémica y patrimonial del agua.
Esto requiere la participación activa en la sociedad y el impulso en los ámbitos de decisión de alternativas coherentes con la Nueva Cultura del Agua. Los valores que intentamos transmitir hacia la sociedad civil y sus instituciones son: rigor, independencia, transparencia, integridad, responsabilidad, espíritu crítico, transdisciplinariedad, equidad con las generaciones presentes y futuras, y emotividad frente a los valores intangibles que suscita el agua. En cuanto a los valores que caracterizan las relaciones de la Fundación con sus miembros destacan la interdisciplinariedad, pluralidad y capacidad de crítica interna.
La FNCA entiende la educación en agua desde una perspectiva amplia que promueve cambios personales y culturales en la búsqueda de una sociedad más sostenible y solidaria. Queremos formar parte de una sociedad consciente y preocupada por su entorno y por los problemas relativos a él; una sociedad que tenga los conocimientos, las competencias, la motivación y el sentido del compromiso que nos permita trabajar conjuntamente en la resolución de los problemas actuales relacionados con el agua.
Para conseguir una implicación real y positiva de los actores sociales en la promoción de un uso sostenible del agua y la conservación de los ecosistemas fluviales, no es suficiente con el desarrollo de iniciativas legales o técnicas, sino que resulta imprescindible contar con herramientas efectivas que incidan en tres ámbitos fundamentales: la cultura, la educación y la comunicación social.
Responsablia: En tu opinión, respecto a este ODS, ¿Qué papel pueden jugar las empresas, a partir del análisis de su “huella hídrica”? ¿Cómo mejorar y sensibilizar acerca de una minimización del impacto de las empresas en los ecosistemas relacionados con el agua (montañas, ríos, lagos, acuíferos, etc.)? ¿Consideras suficiente la información que proporcionan las grandes empresas en sus memorias de sostenibilidad, con respecto a todo ello?
Leandro del Moral:
En este momento se puede presentar una síntesis de ideas fundamentales sobre los que existen coincidencias fundamentales entre los sectores científicos y sociales que impulsan un modelo de gestión eco-integradora y participativa del ciclo urbano del agua. Sin desconocer los temas -numerosos en un campo lleno de matices e incertidumbres como éste-, sobre los que el debate está todavía abierto.
La primera idea sobre la que existe coincidencia es que la regulación de ciclo urbano del agua se debe inspirar en principios claros, en línea con los siguientes:
- Prevalencia de la gestión pública directa, garante del dominio público y el derecho humano.
- Principio de planificación, necesaria para prever, seleccionar y ordenar en el tiempo las inversiones regulares, las sequías, la prevención de los impactos futuros del cambio climático, etc.
- Transparencias, información, rendición de cuentas, acceso a la justicia y participación en los procesos de decisión, de manera especial en los anteriormente mencionados procesos de planificación.
- Introducción del enfoque de gestión de riesgo como se ha incluido en la nueva Directiva europea de aguas potables (prevención y protección de las fuentes, estrategias proactivas), con incorporación de costes ambientales en los estudios de costes.
- Principio de mejor conocimiento científico y tecnología disponible, lo que remite a innovaciones organizativas, de gestión y tecnológicas.
- Principio de economía circular: reutilización, aguas grises, drenaje sostenible, y todas las actuaciones que reducen el impacto ambiental de los servicios.
Todavía hay un largo camino que recorrer en lo que se refiere a las evaluaciones de sostenibilidad, como puede ser el cálculo de la huella ecológica, y la responsabilidad corporativa de las empresas para avanzar en esa dirección.
Responsablia: ¿Cómo educar y concienciar acerca del uso y consumo eficientes del agua por las empresas, la agricultura y la sociedad en general? ¿Qué deben proponer los Gobiernos para favorecer este cambio de paradigma hacia la sostenibilidad?
Leandro del Moral:
Es necesario construir un nuevo modelo de gestión pública diferente al que se ha producido frecuentemente: opaco, corporativo, a veces ineficiente. En ese nuevo modelo de gestión la información es la base de la transparencia, de la participación ciudadana y de la rendición de cuentas.
Para un eficaz ejercicio del derecho de información de los ciudadanos son necesarias las siguientes condiciones:
- La información ha de estar bien estructurada. Debe ser comprensible, veraz, precisa, trazable, reutilizable, comparable y actualizada.
- Se deben fijar indicadores con parámetros comunes: armonización de datos e interoperabilidad. Cada entidad local debe hacer pública la información, que, además, debe estar centralizada en algún lugar de fácil acceso público.
- Sería conveniente definir el tipo de información que preceptivamente se debe facilitar: titularidad de la empresa, presupuesto anual, balance económico, consumos, precios y estructura tarifaria, rendimiento de las redes, reclamaciones, control de contadores, planificación estratégica y plan de inversiones, informes de calidad del agua, recursos humanos y materiales, estado de las masas de agua de las que depende el sistema.
Ese tipo de información es la condición para posibilitar la participación activa de la sociedad, incorporando el concepto de proactividad, asegurando que los mecanismos de participación vayan más allá del estricto, obligado y formal cumplimiento legal.
La participación debe ser orgánica, incluyendo participación en los Consejos de Administración de las empresas públicas y en las Comisiones de control en casos de gestión directa o de concesión a empresas privadas. Debe incluir también la participación no orgánica en decisiones importantes, como la elaboración del Plan de gestión del ciclo urbano, el proceso de decisión sobre el modelo de gestión, etc.
A la información y la participación, hay que añadir los mecanismos necesarios para hacer eficaz la rendición de cuentas de todos los actores implicados en la gestión. El titular de los servicios de agua (ayuntamiento, mancomunidad, ente supramunicipal) debe ser el responsable de ella, ordenada por indicadores que permitan que la información sea homogénea y comparable, supervisada por un órgano que establezca la metodología, la consideración de posibles incumplimientos y la periodicidad adecuada para la actualización de la información.
Responsablia: Por último, te pedimos que compartas con nosotros una frase, un libro y un referente que te hayan influido en tu desarrollo personal y profesional.
Leandro del Moral:
Frase: “Es necesario un nuevo modelo de gestión pública diferente al que existe, frecuentemente opaco, corporativo, a veces ineficiente. En ese nuevo modelo de gestión la información es la base de la transparencia, de la participación ciudadana y de la rendición de cuentas”.
Libro: Antonio Estevan Estevan, “Herencias y problemas de la política hidráulica española”, Bakeaz, Bilabao, 2008.
Referente: “Asociación Vecinal Fuente de la Reja”, de Pagalajar (Jaén), como ejemplo de colectivo local que profundiza a lo largo del tiempo en el conocimiento y el compromiso con la defensa de sus patrimonios del agua.