La incorporación de la sostenibilidad y la responsabilidad social a las agendas de las empresas medianas y grandes, implica el reportar y comunicar los avances, logros, oportunidades, riesgos, objetivos y metas con respecto al desempeño social y medioambiental.
Y todo ello en el marco de la contribución que desde el sector privado debe realizar a la consecución de los ODS, “Objetivos de Desarrollo Sostenible” que conforman la denominada “Agenda 2030”.
Bajo este contexto, las empresas deben identificar a los grupos de interés con los que se relaciona, con los que genera un impacto directo e indirecto y, en general, con los que incide en mayor o menor medida por su actividad y operativa diaria.
Además, hay que tener en cuenta a unos actores externos con los que hay que evaluar la conveniencia y oportunidad de incorporarlos en la agenda interna de las empresas, en materia de sostenibilidad y responsabilidad social. A estos actores les denominamos, en este blog, “los nuevos grupos de interés”.
En primer lugar, vamos a analizar a los conocidos como “influencers”, que se definen como celebridades de internet, gracias a vídeos, artículos u otra actividad compartida por diferentes redes sociales (YouTube, Instagram, Facebook, etc.) y que se han hecho famosos al ser virales sus contenidos. Por ello, han generado numerosas interacciones y, en consecuencia, tienen muchos seguidores en las redes sociales.
Existen “influencers” con contenidos que pueden afectar a la actividad de la empresa y, por tanto, se puede estudiar la posibilidad de convertirlos en aliados de la empresa en cuestión, debido a la influencia que tienen y que se mide en su número de seguidores.
La forma de convertirlos en aliados, a cambio de una contraprestación generalmente económica, es muy diversa:
- Para efectuar campañas concretas de marketing.
- Para hacer de portavoces de la empresa.
- Para validar programas concretos de sostenibilidad.
- Para recomendar de forma permanente la empresa, como apoyo reputacional.
- Para apoyar alguna marca concreta de la empresa.
- Etc…
No hay que olvidar que existen los denominados “Fake influencers”, personas que han comprado seguidores (existe esta posibilidad), con lo que es recomendable efectuar un seguimiento previo del “influencer” identificado como posible colaborador de la empresa, indagando sobre todo su historial de acción en internet y en las redes sociales.
Por lo tanto, la figura del “influencer” es un nuevo grupo de interés a tener en cuenta para dar a conocer los esfuerzos, acciones emprendidas e impactos generados por la actividad tanto en la sociedad y comunidad local, como en el medio ambiente. Es un agente reputacional y/o de marca a tener en cuenta en el presente y en el futuro.
Me chirría la interpretación que se hace en el artículo de grupo de interés; muy alejada del planteamiento de Freeman, y del que normalmente se utiliza en el ámbito de la Responsabilidad social. Creo que un artículo de este tipo exigiría, en primer lugar, definir que se entiende por grupo de interés.
Hola José Luis, es evidente que no es aplicable de forma estricta la definición con la que se conocen a los grupos de interés. Aunque lo más apropiado hubiera sido poner como título “Nuevos actores”, utilizar el título “nuevos grupos de interés” supone llamar la atención sobre nuevas figuras que han emergido en la relación con las empresas principalmente. Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.