Ideario (I): ser responsable

Al ciudadano que emerge en la denominada “era de la sostenibilidad”, se le ha propuesto el nombre de “ciudadano moral” desde este blog.

La era de la sostenibilidad viene definida por el hecho de que las actividades humanas tienen un triple impacto, a saber, económico, social y medioambiental.

El nuevo ciudadano es sensible y consciente ante esta triple realidad y, para poder adecuarse al cambio de paradigma que supone valorar los actos y comportamientos que desarrolla, desde este blog se propone que se debe dotar de un ideario que le sirva como guía.

A partir de la nueva conciencia que emana de la era de la sostenibilidad, y los nuevos valores que adopta el nuevo ciudadano, ambos aspectos ya definidos en artículos anteriores, el ideario del nuevo ciudadano es el resultado de aplicar dichos elementos a la práctica, en sus diferentes roles que adopta el nuevo ciudadano.

Un ideario implica un conjunto de ideas que caracterizan a una persona. Se van a proponer 10 ideas que conforman el ideario del nuevo ciudadano y que se explicarán en los siguientes artículos.

La primera idea que forma parte del ideario es la siguiente: “ser responsable”.

La responsabilidad se ejerce desde una doble perspectiva:

  • Pensar las decisiones a tomar, incorporando el criterio de la sostenibilidad (añadir el impacto social y medioambiental al económico). Es una perspectiva previa (análisis ex – ante).
  • Valorar las acciones emprendidas por el impacto generado. Es una perspectiva posterior (aprendizaje, análisis ex – post).

La propia conciencia de las acciones a emprender o emprendidas es lo que realmente diferencia al nuevo ciudadano en la idea de ser responsable y, por tanto, ejercer con responsabilidad.

Los aspectos concretos que se proponen como elementos que forman parte de la responsabilidad con la que ejerce su comportamiento el nuevo ciudadano son, entre otros, en los siguientes:

  • Responder al mismo tiempo al bien común y al bien propio.
  • La mejora continua, en resultados en su triple vertiente.
  • Aprender de los errores, buscando soluciones a los problemas.
  • Planificar y priorizar necesidades, esfuerzos, tareas, recursos, objetivos y metas.
  • Promover las mejores prácticas en función de situaciones, sectores, actividades, contextos, etc.
  • Establecer acuerdos, alianzas, sinergias y colaboraciones para obtener mejores resultados.

Por lo tanto, ser responsable es ser consecuente con los actos y comportamientos que guían al nuevo ciudadano, fundamentados en una conducta que contribuye, de forma permanente, al desarrollo sostenible. Y ello implica valorar el impacto social y medioambiental que generan dichos actos y comportamientos.

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